¡Hola viajero! ¿Ya tienes tu café en mano?☕️
Frase del día
“Si después de yo morir quisieran escribir mi biografía, no hay nada más sencillo. Tiene sólo dos fechas -la de mi nacimiento y la de mi muerte. Entre una y otra todos los días son míos.”
-Fernando Pessoa
¡Ya estamos en marzo! Espero que tengas un excelente inicio de semana y de mes📆
Este mes quiero dedicarlo a los genios.
En realidad suena bastante raro; creo que en última instancia la mayoría de los filósofos, poetas, historiadores, etc. han sido unos genios.
Pero este mes quiero dedicarme a aquellos que no sólo se han destacado por su manera de escribir o expresar su creatividad, sino también por la manera tan enigmática -e incluso polémica- en que han vivido.
La fórmula.
No sé si exista una especie de fórmula para los genios. Albert Einstein decía que el genio se hace con 1% de talento y 99% de trabajo.
Yo creo que para ser un genio indudablemente se necesita locura.
Beethoven tenía que comprobar que su café de la mañana contuviera exactamente 60 granos o de lo contrario no escribía. Jean-Paul Sartre pensaba que dormir era una pérdida de tiempo, y para mantenerse despierto masticaba una peligrosa mezcla de aspirina y anfetamina. Balzac atribuía su ingenio y creatividad a las 50 tazas diarias de café -lo equivalente a 400 gr. de café por día-.
Sin embargo, la locura la hay de muchos tipos y no sólo se reduce a rituales extraños. Ser un auténtico loco implica ver posibilidades en donde otros no las ven; decir ¡si! cuando lo más ‘sensato’ sería renunciar y pasar a otra cosa.
Fernando Pessoa no sólo fue un genio, también un loco.
Muchas vidas.
Hay un placer extraño en imaginar que somos otra persona.
Fernando Pessoa no sólo lo imaginaba; lo llevó a cabo. A pesar de que su nombre completo era Fernando António Noguéira Pessoa, también se llamó Ricardo Reis, Álvaro de Campos, Alberto Caeiro, Chevaler de Pas… y por lo menos otros 50 nombres más.
A diferencia del uso de pseudónimos (apodos o alias) Pessoa hizo uso de bastantes heterónimos. Un heterónimo se diferencia de un pseudónimo porque mientras que éste último se refiere al apodo o nombre alternativo que usa una persona para referirse a ella misma, un heterónimo es un nombre falso adoptado.
Pero Pessoa lo llevó mucho más lejos. No sólo adoptaba nombres falsos con los que firmaba sus obras; también los dotaba de una personalidad completa.
Alberto Caeiro nació un año después que Pessoa y vivió toda su vida en el campo. Por el hecho mismo de que pasó toda su vida en el campo y no tenía estudios, los estudiosos de su poesía la describen como una poesía sencilla pero hermosa, y se puede apreciar el interés por la naturaleza en los versos del poeta.
Ricardo Reis nació un año antes que Pessoa y fue un médico extremadamente volcado a la cultura clásica y con estudios en filosofía grecolatina.
Su poesía tiene muchas referencias a la mitología griega. Su lenguaje es muy abstracto y estructurado.
Y finalmente, una de sus personalidades más complejas: Álvaro de Campos.
Nace en Tavira en 1890 y estudia una ingeniería en Escocia, sin embargo jamás ejerció.
Dentro de su escritura se pueden vislumbrar 3 periodos distintos que no se conocen en algunos de sus otros personajes o en el propio Pessoa: Decadentismo, Futurismo y Nihilismo.
El libro del desasosiego.
De los escritos de Pessoa, se cuenta más de 25,000 documentos. Entre cartas, servilletas sucias, hojas sueltas y poemas y ensayos incompletos. El libro del desasosiego es una de sus obras más reconocidas y consiste en más de 500 aforismos, reflexiones filosóficas y poemas que sirven a manera de autobiografía de otro de sus heterónimos: Bernardo Soares.
Aquí te dejo un fragmento:
Ocultismo.
La complejidad de su escritura y lo inusual del uso de heterónimos, motivó a mucha gente a querer estudiar a profundidad su vida.
Resulta que Pessoa practicaba la escritura automática, que consiste en sentarte a escribir sin detenerte a pensar en aquello que escribes. Es pedir que alguien -que no eres tú- escriba por ti. Así es como el afirmaba que mediante este tipo de práctica había logrado contactarse con filósofos como Henry Moore -fallecido para ese entonces- y algunos otros escritores.
Tuvo un gran interés por el ocultismo -esto quizás por sus lecturas de la cultura griega y de Platón- y la astrología.
De manera que los textos y poemas de Fernando Pessoa se ven envueltos de una aura misteriosa y mágica. Quizá adentrarnos en sus diarios y leerlo desde esa perspectiva pueda enriquecer nuestra forma de entenderlo.
¿Qué piensas? 👀
Te dejo por acá también en episodio de la semana de Kairós Podcast🎙 un espacio donde hablo de filosofía -y otras cosas- con mis amigas Michelle y Brenda👇🏼
Gracias por tu tiempo, sé lo valioso que es.
Te escribe,
-Aranza S (@catarsisfilosofica)